9.2.14

La sal y la luz de la vida.....

Estos días meditaba sobre el pasaje de una onda encantada a la otra. Un hilo de continuidad nos dejó la anterior , con la trascendencia del Mono Cósmico.... el descubrimiento de nuestra Esencia, el Niño interno y eterno. 
Ese redescubrimiento nos dejó a las puertas de la tarea actual: cómo hace nuestra Esencia -luz pura- para encarnar como HUMANO. Quizas por eso desafía el Caminante como  "explorador de los espacios" y luego manifiesta el Dragón dándonos nacimiento en el propio . La condición de Humano nos pone ante una gestacion y nacimiento, que será perfeccionada en la medida que nuestra memoria de luz nos empuje a nutrirnos de la Fuente.
Espacio .....es la variable de la tercera dimensión , la de la materia, la del mundo físico, Tendría que ver con la encarnación de nuestra esencia en el mundo físico en el que nos movemos. Pero mágicamente la encarnación será tema de la siguiente Onda. Aun nos resta "disolver" el atrapamiento en espacios y en planos.... identificaciones con partes que confundimos con el Todo. Es la brisa del Espíritu que nos eleva al liberarse.....pronta a viajar a la profundidad de la Noche, donde habita la Abundancia de todos nuestros Tesoros,
Se llaman "Semillas"..... aquellos talentos que Dios nos repartió y que tenemos la responsabilidad de sembrar y florecer, ya que el Humano es esencia que se realiza..... Y así como  a una semilla de roble no se le ocurriría ser otrar cosa....el Humano sí pretende ser como otro, como los demás, dejando secar en el tiempo de letargo, de falsas seguridades, la única oportunidad de plasmar su Esencia en esta Tierra, en este tiempo, en este espacio.
La encarnación de Jesus como Humano, fue un ejemplo de Espíritu habitando y accionando desde el Cuerpo. Eligió entre "pescadores" atentos y humildes a quienes portarían la sal de la tierra y la luz del mundo. De las Bienaventuranzas hay una que es especialmente significativa y refuerza el propósito de esta Onda: "Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios".
Necesitamos mantener nuestro Chuen Niño para que nuestra luz no se opaque , para que crecer no signifique adulterarnos.

 In lak¨ech

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